2011: el año de los besos

Los besos fueron, en el Perú del 2011, la acción del año del personaje del año, la protesta contenida del Protester desenmascarado, la expresión feliz de la rebeldía, la conocida rudeza de nuestras convicciones, la pasión con que lo hacemos (protestar) y el amor que nos moviliza.

Invadieron todos los medios. Como para asegurarse que nadie, a menos que sea una ciega trufa social en una isla unplugged, dejara de verlos. Porque, revisemos, cuándo el peruano cevichero, futbolero y gilero o la mamá de su casa, de su cocina, la que se encarga de armar el arbolito y el nacimiento, y que solo ven tele desde la cama en el horario estelar o que pasan las páginas del periódico solo viendo fotos y titulares, habrían visto jamás un beso homosexual.

Claro, a nosotros, que vimos ya a William Hurt besar a Raul Julia (¡y tuvimos que esperar hasta la media hora final de la película!), que no nos perdíamos ningún capítulo de Will & Grace (¡y no habían muchos!) y que compramos cualquier temporada de Queer As Folk que encontrábamos en Polvos, nos parece de lo más común. Pero no, realmente fue un hecho único.

Empezando el año nomás apareció la convocatoria para el sábado 12 de febrero: Besos Contra la Homofobia. Esta pacífica manifestación de unas 20 parejas besándose en la Plaza Mayor (específicamente en las escalinatas de lo que era la huaca Puma Inti y que ahora es lo que llamamos "Catedral de Lima"), fácil hubiera pasado desapercibida de no haber sido porque alguien (todos sospechan del purpurado enfaldado) pidió a la policía que reprima a los peligrosos revoltosos. Y claro que eran peligrosos, sus incendiarios besos eran  el "I have a dream" de MLK, el grito de guerra, el inicio de una nueva era, el alfa y el omega: el final de la vergüenza. La noticia dio la vuelta al mundo.

Habiendo comprobado el poder de los besos, la exasperación que su sola vista causaba en los más oscuros rincones de la conservaduría local (vade retro satanás... o me verás besando a mi pareja), los besos continuaron. El 14 de febrero en el Parque del Amor se besaban ante cámaras Antonio y Rafael y  Susel y Carolina, con la alcaldesa amadrinando una boda simbólica.

El jueves 17 de febrero Gio se presentó en el programa de Aldo Miyashiro convocando al segundo Besos Contra la Homofobia, en desagravio contra la represión del sábado 12. Un beso más para la televidencia.

Y el sábado 19 de febrero fue el más concurrido, visto y leido Besos Contra la Homofobia. Salió en todos los noticieros y en todos los diarios. Así informó el poderoso y (cada vez menos felizmente) conservador El Comercio:

El viernes 25 de febrero la revolución de los besos cundía también en el norte. Alma Chiclayo realizó el Besos Por La Igualdad en el Parque Principal de la Ciudad de la Amistad.

El 4 de marzo, con lo de Felipe Mantequilla, se realizó frente a Radio Capital el tercer Besos Contra la Homofobia. Más besos.

Si bien no se llegó a estrenar en Lima "I Love You, Phillip Morris" con Jim Carrey y Ewan McGregor la película con más besos homosexuales en la historia del cine de alto presupuesto (13 millones de dólares), sí se estrenó la obra de teatro con más besos homosexuales en la historia del Perú: "Sangre Como Flores: La Pasión Según García Lorca", escrita por Eduardo Adrianzén y dirigida por Alberto Ísola.

La obra se estrenó el 3 de febrero, en medio del debate por el matrimonio homosexual y fue hasta el 13 de marzo ¡Pa los adivinos!: Encuadró muy bien los 4 besalabios de protesta.

La crítica hetero, desubicada, decía:

"...muestra a un García Lorca, en lo que vendría a ser uno de sus más apasionados momentos antes de ser capturado y finalmente asesinado por los franquistas en la España de los años 30, contándonos la historia de un Lorca desenfrenado, con varios amoríos homosexuales, mucha carga intensa entre besos y apasionamiento que no se qué tanto colabora eso con la historia..."

Escena de "Sangre Como Flores..."

El 2 de julio ni hablar. Hubo besos a discreción por todo el centro de Lima durante la marcha del orgullo, incluyendo la ruleta de besos de los futboleros en la Plaza Washington.

En agosto se estrenó a cines llenos (en el CCPUCP y en el Cine Planet Risso) traído por el Festival de  Lima "La Otra Familia" el drama mexicano en el que una pareja gay establecida (con matrimonio religioso simbólico incluido, casa, jardinero, cocinera y todo) cría a un niño y finalmente lo adopta. Con todo lo gay que se pueda ver: besos, abrazos, cama... prejuicios, intolerancia (bueno, sí, muchos clichés, pero esa es Otra historia).

 Y en noviembre la campaña "Unhate" de Benetton estuvo en todos los noticieros, periódicos y revistas.

Después de este año ¿alguna madre piensa aún que su hijito no ha visto nunca a dos hombres besarse? ¿Que debe protegerlo de ver tal aberración? Ya pues ¡Vamos! 

El 2011 debe ser recordado como el año en que los besos homosexuales pasaron de ser el terror de las abuelitas a empezar a ser vistos como un hecho cotidiano. Así que, para que no deje de serlo ¡Sigamos besándonos!