viernes, 22 de marzo de 2013

Sobre esa insoportable (realmente insoportable) levedad del ser


El drama abyecto de la sensualidad que nos devora cada día convirtiéndonos en la especie más mezquina nos hace merecedores del oprobio del que nos quejamos pero con el que contribuimos para que los espectadores nos rechacen cada noche en este show atroz de destrucción mutua que incansablemente representamos cual horda de desenfrenados enajenados guiados por el apetito básico que nos identifica cruelmente y que nos mete a todos en el mismo saco que pretenden desaparecer para supuestamente conseguir un mundo ideal que, me he dado cuenta, no existe ni existirá jamás. Se ha perdido la guerra entre nosotros mismos, entre nuestra particular moralidad libertaria y nuestros principios de hippies desfasados, compuesta de múltiples batallas infames en donde el respeto es una palabra vacía de significado en un diccionario de la voluntad que desconocemos por cerrar los ojos del raciocinio ordenador y abrirnos a la voluptuosidad pérfida, la fidelidad es un sinsentido de siglos pretéritos que pocos quieren añorar para entregarse a la liviandad del XXI que queremos vivir egoístamente, el afecto sincero es cursilería barata que nadie compra, la vida en pareja es un ideal de película extranjera que nada tiene que ver con nuestro hiperrealismo maravilloso de basura amontonada en las calles de la desconfianza, las lágrimas no cuentan y la amistad es ignominia.  Vivir entre tanta sustancia descompuesta se ha vuelto más que en un trauma existencial de bacteria agonizante, en una muerte diaria infeliz en la que eres clavado, espinado y  lanzado en el costado por el soldado que no tendrá tiempo de arrepentirse y que promete un eterno retorno a la inmundicia si tienes la osadía de abrir los ojos cada mañana. No puedo, simplemente no puedo. Quiero echarme a descansar, olvidarme de todo, detenerme, desandar, volver al feto culpable que quería ser abortado y que fue obligado a nacer para sentir el dolor acumulado de las generaciones que se fueron sin recibir el castigo merecido, ese dolor que será mayor mañana porque, la vida, al parecer, no se paga de otra manera. Me voy (como si fuera fácil, como si solo eso bastara) y no quiero volver.

miércoles, 6 de marzo de 2013

Woody Allen y el Universo LGTB (Tercera Parte)


LA IRREGULARIDAD NEOYORQUINA (1989-2004)

Desde su etapa formativa Woody Allen escribía ya algo de su material para ser entendido solo por neoyorquinos. En “El dormilón” un médico le explica al personaje de Woody -que despierta después de doscientos años- que “Según la historia, hace algo más de cien años un hombre llamado Albert Shanker se apoderó de una cabeza nuclear.” Shanker era el vociferante presidente de la Federación de Maestros de Nueva York (Lax 1994: 254). En “Crímenes y Pecados” Woody dice del antipático personaje que representa Alan Alda: “Lo quiero como si fuera mi hermano… David Greenglass.” Greenglass denunció a su hermana, que fue ejecutada, de haber revelado secretos atómicos a los rusos; su nombre era usado con sarcasmo por los liberales neoyorquinos (Íbid.: 255).

En 1989 refuerza su vinculación con la ciudad que nunca duerme al sugerir a Greenhut la realización de la película “Historias de Nueva York” en la que participa con una de las tres partes: “Edipo Reprimido”.

Pero no solo hace películas sobre Nueva York y, en gran medida, para neoyorkinos, también muestra una decisión extravagante de no salir de esta ciudad al filmar. En 1997 realiza la película para televisión “Don´t drink the water” que trata de una familia en un país de Europa Oriental en la época de la Guerra Fría que es acusada de espía. Y, pese al deseo de la productora de filmarla en Budapest, decide realizarla en Nueva York (Fonte 2007: 374). En este conjunto de 18 películas, solo realiza una fuera de Nueva York (el musical “Todos dicen te amo” realizada en Paris y Venecia).

Definido ya como un director neoyorquino que solo hace películas en New York, sobre New York y para neoyorkinos. Woody obtiene puntos altos como “Crímenes y Pecados”, “Alice”,  “Misterioso Asesinato en Manhattan”, “Poderosa Afrodita” y “Deconstruyendo a Harry”,  pero también muchos puntos bastante bajos que parecen hablar de un agotamiento, como “Edipo Reprimido”, “Sombras y Niebla”, “Acordes y Desacuerdos” y “Un Final Hecho en Hollywood”.

En esta etapa irregular (que debe haber tenido a sus financistas con los pelos de punta en cada estreno) no llega a realizar ningún drama intenso y es también la etapa cuando prácticamente opta por dejar de mencionar el universo LGTB (quizá afectado por las críticas pro gay recibidas en la etapa anterior): De las 18 películas de este período solo en tres de ellas se encuentra mención al tema. Y es sintomático que en la únicas películas en donde lo menciona es en “Celebrity”, cuando retrata la vida extrema de las estrellas, en “Todos Dicen Te Amo” a través de Tim Roth haciendo de ex convicto y en “Poderosa Afrodita” a través de Mira Sorvino haciendo de prostituta.

Aquí el listado de sus películas en esta etapa:

19. Edipo reprimido / Oedipus wrecks (1989)
20. Crímenes y pecados / Crimes and misdemeanors (1989)
21. Alice (1990)
22. Sombras y niebla / Shadows and fog (1991)
23. Maridos y esposas / Husbands and wives (1992)
24. Misterioso asesinato en Manhattan / Manhattan mistery murder (1993)
25. Balas sobre Broadway / Bullets over Broadway (1994)


Portada del Times del 31 de agosto de 1992


26. Poderosa Afrodita / Mighty Afrodita (1995)

Lenny en el departamento de Linda (Mira Sorvino gana el  Oscar por este papel de ingenua prostituta), a quien acaba de alquilar por una hora para conocerla puesto que resulta ser la madre de su hijo adoptado. Linda, aspirante a actriz que ha trabajado solo en películas porno, recibe una llamada telefónica en donde le confirman un empleo por el cual deberá tener relaciones con otra mujer:

Linda (Mira Sorvino): Aló… Hola Angela… Oh… Oh wow… Caray, gracias por pensar en mí… Sí, estupendo…. Okey, nos veremos a las diez… Adios. ¡Tengo un papelito en una película de Ángela Dawson! Tendré que hacerlo con ella.
Lenny (Woody): (anonadado) No te entiendo. Si quieres ser actriz de Broadway ¿por qué haces pornos?
Linda: Es una buena experiencia.
Lenny: (escandalizado) ¿Cómo? ¿Hacerlo con una mujer ante la cámara? ¿Eso te ayudará a ser estrella?
Linda: (con menos paciencia) No te enfades.
Lenny: No. Es que me parece un disparate. Tú eres guapa. No tienes que vivir así.
Linda: ¿Eres predicador?
Lenny: Qué locura. ¡Sacas dinero a los tíos y realizas esos actos!

Es cierto que la crítica va por el lado de la película porno, pero ¿por qué mencionar el tema homosexual? ¿Le añade obscenidad? Además, Woody va al departamento de Mira sabiendo que es actriz porno. Lo que parece sublevarlo son “esos actos”.


27. Todos dicen te amo / Everybody says I love you (1996)

El beso entre dos hombres como motivo del chiste:
Charles (Tim Roth): (que acaba de salir de prisión, le pregunta por el beso que acaba de darle) Cómo estuvo.
Skylar (Drew Barrymore): Muy interesante. Nunca antes me había besado un sociópata.
Charles: Besé lo mejor que pude. La única práctica que he tenido en 10 años fue con Vincent “El Pulgar” Adatto.


28. Don´t drink the water (1996)
29. Los enredos de Harry / Deconstructing Harry (1997)


30. Celebrity (1998)

Otra vez el descubrimiento de una persona que tiene relaciones con otra de su mismo sexo como motivo de la broma:
El guionista (Kenneth Branagh): “¿Sabes? Eres increíble. Veo que los hombres no dejan de mirarte. ¡Hasta las mujeres te miran! Es increible.”
Ella (Charlize Theron): (hedonista y sensual) “Yo viví con una mujer.”
El guionista: “¿En serio?”
Ella: “Sí. Una joven modelo alemana preciosa. ¡Cómo nos miraban cuando bailábamos juntas!”
El guionista: “Pero, ¿prefieres a los hombres?”
Ella: “Usualmente.”

Sobre un tema que ya ha tocado antes: su temor a la cercanía de un hombre desnudo:
El actor estrella (Leonardo Di Caprio): (a las dos chicas) “Anda, métanse a la cama y nosotros vamos en seguida ¿ok?”
El guionista que desea que la estrella revise su guión (Kenneth Branagh): (nervioso) “¿Tienes un momento?... No  estoy acostumbrado a esto.”
El actor: “Escucha, conozco bien a Gina. No te arrepentirás, créeme.”
El guionista: (sorprendido) “… Quieres decir… ¿Todos juntos?”
El actor: “Sí. ¿Algún problema? ¿Nunca has estado con más de dos tías?”
El guionista: “Lo de las tías no es… ¿sabes? Lo de los tíos me pone mal.”
El actor: “Pero tú y yo no vamos a hacer nada. Te gustan las mujeres ¿no?”
El guionista: “Sí. Si solo hubiera mujeres… me daría igual 2, 5 ó quinientas. Pero es que…”
El actor: “¿Te molesta mi presencia?”
El guionista: “Bueno, la idea de un hombre desnudo, per se… conceptualmente… un hombre desnudo no es un problema para mí.” A la chica que cierra la puerta: “¿Hay que cerrar la puerta?”
El actor: “¿No has estado en un vestuario?”
El guionista: “Claro. Tengo medallas de atletismo. Siempre en el pódium.”
El actor: “Pues qué problema hay.”
El guionista: “No sé cómo explicarlo. Es pánico a la cercanía de genitales masculinos en la específica actividad implícita… Unido a que sigo mareado.”

Ese pánico a los genitales masculinos, no solo de estar cerca o de tocarlos sino hasta de solo pensar en ellos (cosa distinta a lo que ocurre cuando piensa en dos mujeres haciendo el amor), se muestra también en “Poderosa Afrodita” durante las conversaciones de su personaje con Mira que lo enferman (“Una vez me tiré a un luchador, un tío enorme y peludo, yo me imaginaba que le colgaría una como la de un caballo, pero la tenía pequeñita”, “No soporto a esos tíos que vienen aquí, tiran los doscientos dólares, se sacan su pollón enorme y lo pasean por todos lados”). ¿Qué opinarían estos personajes de la profesión de los urólogos, médicos o dermatólogos?


Finalmente, en la obra que representa el personaje de Winona Ryder, otra estrella excéntrica, hay un beso lésbico.


31. Acordes y desacuerdos / Sweet and lowdown (1999)
32. Granujas de medio pelo / Small time crooks (2000)
33. La maldición del Escorpión de Jade / The curse of the Jade Escorpión (2001)
34. Un final hecho en Hollywood / Hollywood ending (2002)
35. Todo lo demás / Anything else (2003)
36. Melinda & Melinda (2004)

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Eric Lax 1994. "Woody Allen". Ediciones B. Barcelona
Jorge Fonte 2007. "Woody Allen". Ediciones Catedra (Grupo Anaya). Madrid.