sábado, 10 de marzo de 2012

Un hombre, un travesti, una mujer: Enamorado Huanca

ENAMORADO HUANCA LANZA NUEVO VIDEO SANTIAGUERO 
Carlos Sínchez Prado, el autor y compositor con más éxito en los últimos tiempos anuncia el lanzamiento de su última grabación musical en ritmo de Santiago. «Perro cochino», es la canción que sobresale en este nuevo trabajo musical y rescata vivencias de la vida real. Las letras son muy peculiares y uno de sus párrafos dice: «herido sufriendo estoy, por tu amor y tus malas intenciones, acaso se te olvidó ayer decirme perro cochino, canalla, porquería, sin vergüenza y mujeriego...», términos que en muchas ocasiones ofenden las damas a los varones, o sea es una composición dedicada a los esposos maltratados. Es así como la música de la gran «Nación Wanka» sigue creciendo vertiginosamente con la incursión de «Enamorado Huanca» en el género folclórico, la participación de Carlos Sínchez Prado es exitoso, cabe resaltar que Carlos es natural de Huancayo. Él nació en el pintoresco barrio y mirador de Huancayo «Cerrito de la Libertad» a escasos minutos del centro de la Incontrastable. Sus padres don Máximo Teófilo Sínchez Arana (Q.E.P.D.) natural de Palián – Huancayo  y su madre doña Lidia Prado Coronado, natural de Huancavelica. Ellos fueron los que le dieron el apoyo para hacer realidad sus sueños como cantante. Desde muy joven en el colegio Ramiro Villaverde ya había iniciado a cultivar el arte, inclusive participó en varios eventos folclóricos donde habían participaciones de cantantes, sobresaliendo por sus dotes artísticos.

PRODUCCIONES 
Frisaban los años de 1999 cuando por primera vez lanza su casette fonográfico en la ciudad de Ayacucho con el marco musical de «Los Allinchos» un grupo de cuerdas que sobresalía en todo Huamanga. Carlos Sínchez residió por más de cuatro años en Ayacucho, luego retornó a Huancayo. Para el 2008, consolida su vida artística al lanzar otro material discográfico donde Carlos Sínchez, logra el triunfo definitivo con una producción plasmada para un DVD y VCD titulada «Retroceder nunca, rendirse jamás». Destacan los éxitos como: «La Interesada», «El solterito», «No me quites la cerveza», «Corazón de Piedra», y otras canciones que causaron más que un delirio ante los apasionados seguidores de sus canciones. Sin embargo, la que más satisfacciones le ha dado hasta el momento ha sido la canción el «Tirulán» en ritmo de santiago huanca, con esta canción subió como la espuma y  actualmente ostenta un lugar preponderante en el escalafón artístico del Valle del Mantaro. 

NUEVO VOLUMEN

En el 2009, año de su consagración definitiva,  nuevamente lanza al mercado discográfico más éxitos para la disquera de las grandes estrellas: Ovnis Producciones. Con el sano propósito de seguir trabajando por la música. «Enamorado Huanca», pone en consideración del público las siguientes canciones en ritmo de santiagos: «No conseguí ser feliz», «Cervecita blanca», «Amor barato», «El hechicero», «Mis recuerdos», «El mañosito», «Perro cochino» y «El tirulán». Para todos los amantes del santiago huancaíno, este año anuncia muchas novedades, éxitos inéditos que saldrán al mercado para el deleite de la música más popular del Valle del Mantaro de las cuales muchos de sus padrinos ya vienen reclamando la difusión y venta de su nuevo video musical que será lanzado la próxima semana con e título de: «Amor de Santiaguero».
Diario Primicia



“Cuando tenía 6 años me gustaba cantar… Jugaba a ser artista… Yo me ponía en la cama… y agarraba una lata de leche Gloria de micro. Y la multitud de público eran mis primos y mis primas que me aplaudían y me pedían que cante una y otra más… Según yo, era Flor Pucarina.”

DE NIÑO

“Pastaba los ganados de mis vecinos, pastaba vacas, corderos,… Trabajaba en la cosecha de papa en la hacienda de unos japoneses.

“La mayoría de las veces yo estaba sólo en la casa, yo tenía un tío que no le gustaba que cante, yo me ponía las polleras de mi abuelita. Él descubrió que yo estaba cantando, a lo lejos cuando él venia y yo, escuchando los ruidos de sus zapatos, me metí debajo de la cama con las polleras para que no me pegue. Pero él, muy astuto, sabia de lo que hacía y me dijo ‘qué bonito cantas’, a ver vuelve a hacerlo… Y yo cantaba, terminaba la canción y de felicitación me daba una paliza porque no le gustaba que cante así. ¡Que me comporte como un hombre! Que no me ponga las polleras.

“Con mi abuela jugábamos a las comadres y me prestaba su mandil y su sombrero. Me decía ‘comadre chaccharemos coquita’ y yo le seguía la conversación. Siempre ella me quiso. Fue la que me apaña, la que me quiere, la que me cuida, la que me protege, la que nunca me rechazó por mi opción."

Cuéntame cómo era en la escuela y el colegio

“En la escuela me gustaba participar en los eventos… el día de la madre, el día de la primavera... Siempre quise participar. Me gustaba participar en danza, en canto. Pero a veces mis posibilidades económicas… porque mi mamá era separada, no tenía un trabajo fijo y no me permitía desplayarme como cantante. Porque tenía talento, pero no tenía la vestimenta. Hasta que una de mis profesoras me apoya por vez primera. Ya estaba ya cursando el sexto. No, miento miento miento, el cuarto año de primaria. Participo con una canción Tarmeña para el día del padre y como no tenia vestimenta ella me dice que vaya con mi pantalón de uniforme y mi camisa bien limpiecito y ella me trajo luego una manta, una faja y un sombrero y ahí empecé a cantar. Como un niño, como varoncito. Ahí empecé a cantar por vez primera, a capella, en un escenario para 15 personas. Un full total, un reventon (ríe). Sentí los aplausos del público que me aclamaban, los padres felicitándome por mi talento y por mi voz. Mi voz melancolica.”

“En el colegio [secundaria] participo con un tondero representando a la sección y ganamos... Yo no quería que nadie se entere de mi opción porque yo estudiaba en colegio de policías, de hijos de militar. No quería que se burlen de mi, que me hagan sentir mal. Y muchas veces me sentía mal porque lo que yo sentía era como un pecado mortal que estaba cometiendo. Y abrieron una iglesia evangélica a 3 cuadras de mi casa y empecé a frecuentar. Y donde también me ponen como la primera voz, la voz elegida para yo dirigir al coro… Yo más iba por ver a los chicos, porque había chicos guapos de mi edad. Y yo iba a verlos y a cantar. Pero para no seguir pecando deje de asistir.

“…en esas épocas soñaba con agarrar un hombre mayor, velludo, bigotón, barbón, pero a la vez tenía miedo. Quizá, ahora pienso, porque me faltó el cariño de un padre.

 “Entonces se enferma mi madre. Hasta ahora no sabemos qué tiene. Ya no está tanto como antes. Por salud mi casa lo vendió. Una casa de 600 metros cuadrados. Y ni así pudimos curarla.

“…Mi mamá vendió primero un pedazo de terreno [al vecino] y [sólo] teníamos un cuarto... Yo dormía con el vecino y al lado sus hermanas. Era 3 años mayor que yo. Era el chico más guapo del barrio, el más cotizado. Yo me había enamorado mucho porque él decía que me quería, yo me confundí porque creí que me quería como pareja, pero me quería como hermano y yo me había hecho ilusiones… Dormimos juntos mucho tiempo pero no hicimos nada. Estuvimos abrazados pero nunca me faltó, ni me agredió. Dormíamos juntos como unos amigos pero yo me hacia la idea que era el hombre de mi vida… Pero se fue a Lima. Y yo quedé en un vacio total, triste, no podía olvidar, todo era un recuerdo de donde jugábamos y todo eso. Y me voy a la selva, a la Merced, San Luis de Shuar, por primera vez, a trabajar en la chacra por querer olvidarlo y más recordaba. El me regaló un caset antes de irse. Donde está esa canción de Ángela Carrasco  ¿Cómo se llamaba?... ‘Necesito de alguien como tú’. Pasó medio año y no pude olvidar, regresé a mi Huancayo. Ya tenía 13, 14.”

¿Abandonaste el colegio?

“Si pues. Abandoné el colegio. No había recursos amor, mi mama no tenia recursos, me fui a la selva a trabajar para que haya recursos.”


JULIACA Y PUNO

“A los 16 llega una invitación para ir a Juliaca. De un tío que estaba allá en Juliaca. Tenía una panadería. Y estábamos en el negocio de hacer pasteles. Me enseña el negocio de los pasteles. Empiezo a viajar con él a Desaguadero, a la frontera.

“En cada viaje que íbamos me gustaba sentarme en la parte de adelante, añoraba toda la música de mi tierra huanca, y cantaba con los pasajeros canciones de Flor Pucarina.”

“Tenía los sueños de ser como las grandes vedets, bailarinas.”

En qué momento surgió ese sueño

“Yo salía a brindar con mis amigas al parque Pino y me hacían cantar, hacía mi show callejero por decirse.

“Admiraba yo a las grandes vedets, a mis ídolos, a Analí Cabrera, Amparo Brambilla, a Gisela Valcárcel, entonces ellas estaban muy de moda… Mucho me gustaban las lentejuelas, las pedrerías… Empecé a hacerme crecer el cabello largo…

“Conocí a un travesti: La Rocky. Era muy conocida en los cabarets de aquellos tiempos… era el travesti de las altas, de la alta sociedad. O sea para todos los gays era la más escandalosa, o sea la más atrevida, la más conocida. No era travesti, era transformista: de día era hombre. Un amigo me dijo que yo debía ser como él, elegante, conocido, y le dije que me lo presente, hasta que me lo presentó y le caí bien… ella me mandó a confeccionar mis primeros tacones, mi falda pegada, entubada… me llevó al cabaret Miss Bebé…”

“A los 17 años me escapo con una primera pareja [10 años mayor] y me fui a vivir al Cusco. Por 6 meses… No le gustaba que me deje el cabello largo.”

“… Un dia [de regreso en Juliaca] me da la oportunidad la dueña del cabaret Miss Bebé, ella era conocida como la Baby que ya es finada. A quien recuerdo con mucho amor y cariño porque siempre me trató como Ella, como una señorita, me dio la oportunidad de bailar en su cabaret. ¡Llegué a bailar con plumas y lentejuelas! Pero más no pude continuar por más de un mes porque lo hacía a escondidas de mi pareja. Porque un día mi pareja me siguió los pasos y me jaló los cabellos y me jaló a una esquina y me dio golpes en los ojos, en la cara y me dejó mostra, irreconocible… Y se acabó el show.”

Hasta ese momento sólo te vestías de mujer en el cabaret.

“Me vestía en la casa de Rocky, me vestía y me iba al cabaret… recién tenía 17 años. Eran mis primeros pasos. Ahí empecé a vestirme de mujer, con esos labiales corrientes y baratos… para ir a bailes sociales. No me decidía del todo porque a mi pareja  no le gustaba. Porque era muy celoso.”

Cuanto tiempo estuviste con él.

“2 años. Hasta los 19. En ese transcurso el me matricula para estudiar cosmetología…”

“Un 23 de junio, en la noche... donde se hace la fogata… me rompió el corazón, lo encontré con una mujer, lloré, amanecí con los ojos bien hinchados… Nos encontramos frente a frente, él la llevaba de la mano. Yo había viajado por vez primera a Putina, viajé ahí a trabajar, porque como él siempre me daba, me apoyaba, yo fui a trabajar para apoyarlo, yo quería comprarle, con mi sueldo que había ganado, algunas cosas. Quería pasar con él el 23 en la discoteca, pasarla bonito, pero me lo encontré con una mujer. Y en ese tiempo yo no perdonaba.



“Yo tenía una amiga que tenía su salón, ella es de Ica, hasta ahora la quiero como una hermana. Ella recién empezaba con la cosmetología y yo de igual manera. Ella empezaba con el travestismo, yo también. Iba a una discoteca de juveniles donde me sentía codiciada, deseada, pero nada como tener una pareja. Lloraba, sufría mucho. Y como a veces lo veía andando con la chica por ahí por Juliaca, yo sufría mucho y tomé la decisión, de noche a la mañana, de irme, de irme a Desaguadero, pero no tenía para mi pasaje, pero yo soy así, cuando quiero una cosa lo consigo y tengo que hacerlo, y no tenía a donde llegar pero quise irme, desaparecerme. Tuve que prestarme pasajes de una amiga que vendía empanadas y apis, pero sólo me prestó para irme en camión. Llorando todo el trayecto llegué. Recuerdo muy bien cómo me penetraba el frio por la rendija, por arriba, por abajo, yo lloraba pero no me importaba… Llegué a Desaguadero a las 3 de la mañana. Esperé que amanezca. No sabía por dónde empezar ni a dónde dirigirme. Con las justas me alcanzó el vuelto para un café, no tenia para nada más. En ese momento Dios se compadeció de mí, encontré a un muchacho muy bueno, un amigo de Arequipa. No recuerdo como se llamaba. Donde él me ayuda a promocionarme como estilista y me ayuda a conseguir un puestito en el mercado, un kiosko, donde no tenía luz, sólo trabajaba con vela y me regaló 5 soles para ese día. Muy bien recuerdo que la primera noche dormí solamente con una frazada que hacía de colchón y me cubría con eso. Al segundo día me compré mi petate de totora.

“Regresaba siempre a Juliaca. En una de esas vueltas a Desaguadero no encuentro carro. Me fui a buscar a mi madrina Rossana del Callao que trabajaba en el salón de Juanita, en el pasaje Ata en Puno. Las dos eran travestis. Y la Juanita muy cortésmente me recibe y me dice que me quede en su casa, que no me preocupe… Y esa noche conocí a mi segunda pareja.”

Con el que estuviste 6 años.

“Si. Con él ya estaba completamente transformada, travestiada ya.

“Con él fuimos a Desaguadero… Yo al comienzo no quería nada, solo lo veía como un amigo, como un buen amigo, pero él me dijo que igualito él había sufrido y que me iba a esperar.”

Cuanto tiempo estuviste en el kiosko en Desaguadero

“Habré estado pues un año. Y luego me mando a mudar con él, como parejas formales, a Puno. Me puse a trabajar para la Juanita. Luego puse mi salón. Él estudiaba ingeniería metalúrgica. Pero hacia sus cachuelos.

“Me llevaba a la universidad, me presentaba a sus compañeros. Pese a que yo no quería ir porque yo me sentía de repente un poco… ehhh, como que no me sentiría bien recibido. Pero me daban buena acogida, pese a mi opción, no les importaba. Y también me llevaba a los eventos que hacía en su facultad. Pero siempre de travesti, de mujer. Y me decían señora o señorita, no me hacían sentir mal.

“Ya pasado el año, primero le cuenta a su hermana, después se entera la mamá. El papá también sabía pero nunca lo conocí y tenía un hermano que me odiaba y un hermano que se enamoró de mí... Un día, cuando me fui a tomar con mis amigas… él me trae cervezas y primero haciéndose el cuñado muy respetuoso que me cuidaba por cuñado y después, pasado los tragos, que él me iba a querer más, que me iba a amar más, más que su hermano. Pero le puse el alto y que no me hable de esos temas y que me respete. Y sí lo hizo.”

Tú en ese tiempo estabas ya todo el día vestido de mujer.

“Ya. Día y noche.”

Y que tal la experiencia de vestirse de mujer.

“Lindo. A esa edad lindo. Porque todo me quedaba, porque estaba más delgado, porque no tenía mucho bigote, mucha barba, mi cuerpo me ayudaba, se prestaba. Hacía shows…”

¿Shows?

“Claro pues. En el cabaret, de la Miss Bebé.”

Ah, verdad.
¿No sentiste rechazo de su mamá?

“No, al contrario, porque a veces, como alquilábamos cuarto, estábamos de un lado a otro. Hubo días que no teníamos donde dormir… Ya que un hermano se oponía a nuestra relación la mamá nos hacía pasar [a escondidas, a su casa], y agarraba al perro. Me daba mi desayuno a la cama. Me mandaba la primera comida a donde trabajaba… mi suegra se llama Raymunda. Con su hermana me mandaba. Muchas veces era cómplice mía. Porque a veces me prestaba dinero y yo le prestaba. A veces le contaba mis penas. Ella vendía kerosene en el mercado…. En el mercado de contrabando de Puno. ¿Cómo se llama ese mercado?...

“Así creo que cumplimos el quinto año. En una fiesta de la Virgen de la Candelaria del año 96 me invita la Pandilla del Lago o Villa el Lago, a bailar la Morenada, donde por vez primera en Puno una travesti bailaba de China Morena, era la bella Maritza…”

Quien era La Bella Maritza

“Yo pues. Porque se supone que debía tener un nombre ¿no? Ni eso me has preguntado…

“El mismo presidente [Fujimori] se levanta para que me salude cuando estoy bailando por el palco del mismo. Donde fue televisado. Más me enfocaban a mí los periodistas, que pasaba una sirena… (La miro) je je je ¡De verdad! Me ponía  mis botas, mi  pollerita chiquita… Al terminar dicho evento en el pasaje estaban celebrando mis amigas que estaban orgullosas que las había hecho quedar muy bien, nada que reprochar, por el contrario que halagar. Me pusieron mis cajas, mi pollo (un pollo entero me compraron), me di una borrachera maldita. Se había cumplido mi sueño, para mí fue un reto, de repente envidiado por muchas mujeres… Siempre he sido así envidiado por las mujeres. Una vez un pata me acosaba. Pese a que yo era casado. Me invita a un baile. ¿Cómo se llama ese grupo mexicano? … Bronco. En el estadio Torres Belón. Nos cae un roche… porque a su esposa le pasaron la voz porque vivía a la vuelta. Yo tenía mi trenza larga y me jala de la trenza. Pero el chico me defendió. Yo adentro le esperé, tomamos mucho, bailamos, pero nada mas, no pasó de piquitos. Porque tenía vergüenza, no quería que me vieran así como una trepadora. No era feo, era un chico bien guapo, un muñequito. Un muñequito él y una muñequita yo je je je…. Tienes que ponerle ‘Un hombre, una travesti, una mujer’”.

¿De título?

“Je je je. Un hombre, una travesti y una mujer metidos dentro de una sola persona (pone sus brazos como paréntesis), ja ja ja ja.” 


REGRESO A HUANCAYO

“Recibí una llamada de que mi madre estaba muy grave en el hospital y él en la desesperación me pregunta si quiero viajar, si quiero dinero…”

¿A Juliaca?

“A Huancayo.”

Ah, ya estaba en Huancayo.

“Sí, ya había viajado.”

Ya. Y entonces viajaste

“Le dije que ella no necesitaba dinero, más mi presencia. Él mismo había recibido la noticia. Y él mismo prepara mis maletas y me embarca. Donde yo llego después de muchos años que salí. Desde los 15 años… Ya no tenía amigos ni amigas. Tenía miedo llegar a mi casa, llegué a un hotel.”

Estabas vestido de mujer.

“Ajá.

“Al día siguiente nomás me encuentro con mi mamá. No sabía cómo entrar a la casa…”

¿Qué dijo tu mamá al verte vestido de mujer? ¿Te reconoció?

“Si, su instinto de madre. Me abrazó, lloramos juntas, me dijo que me quería, me llevó a la casa. Entonces solo teníamos un cuartito... Por un lado ella quería que me quede y mi pareja quería que vuelva ya. Estaba entre la espada y la pared. Y yo quise hacer una pequeña tienda, ya sea para mi mamá o para mí, pero… Me demoré como un año creo. Y solo en dos oportunidades nos comunicamos, porque yo tenía que ir al teléfono público y él me llamaba… ‘¿La señorita Maritza Sanchez?’ [le preguntaba, desconfiada, la operadora de Puno por el teléfono de la cabina] Pasaba el roche del año… No podía fingir mi voz… No había celulares, no había teléfono, no había internet.

“Según rumores, él no se hablaba con nadie del pasaje Ata, se dedicaba a tomar…. Y por mi parte, para hacer mi casa trabajaba en una peluquería en Huancayo. Y algunas veces aprendí a prostituirme porque me seguían fácilmente fascinerosos, parroquianos y la necesidad… en algunas veces, en algunas ocasiones… y con eso me ayudaba. Porque no tenía ningún sueldo, ningún dinero, ningún apoyo.

“Ya concluido la obra, pasado un año y medio ya empezó a rumorear que tenía una mujer, que tenía un hijo en camino y yo me quería convencer con mis propios ojos y me regreso a Puno. Después de un año y medio. Yo mismo fui a consultarle, con su mamá a reclamarle y su mamá misma lo negó, que eran rumores de la gente, que todo eran inventos, que hasta esa fecha yo era su pareja de su hijo.

“Y empecé a trabajar en pasaje Ata donde él me busca una noche. Me invita una cena y se pone a llorar y me echa la culpa. Que yo tengo la culpa y me pide perdón. Va a tener un hijo. Me cuenta de su propia boca que va a tener un hijo.”

Tu tenías ahí 26 años

“Ya tenía 26 años.

“Él me hace una proposición. Que busque un cuarto, que él iba a traer nuestras cosas, que incluso había comprado más cosas para mí. O de lo contrario irnos a cualquier parte del país.

 “Dentro de mí hice un juramento. Que no iba a interrumpir la relación entre un padre e hijo, porque yo no había tenido padre y le dije a él que si me quería él tenía que hacer feliz a su hija. Hija es.”

Y volviste a Huancayo

“Solo me despedí de mi suegra más no de él.”

Con los años se enteró que había muerto. Que se había vuelto alcohólico. Que había tenido otra pareja mujer. Que abrió su bar. Que dejó sus estudios…


NACE ENAMORADO HUANCA

¿Y Enamorado Huanca?

Sale el tal artista Ernesto Pimentel, de fama. La Chola Chabuca... No, no, no. Miento, miento, miento. Bórralo eso.

“Por la decepción, la desesperación me dediqué al trago, a la bebida, cerveza, licor barato…

“Pasaron un par de años. Y cierto día, creo que le pusieron algo a mi bebida. Sentí que me iban a robar, a maltratar y me escapé de ahí y me encuentra mi amiga Rosita. Me despierto al día siguiente pero no recordando algunas cosas, y temblando así. Ya que tenía tanta nostalgia, tanta ira, tanta cólera, ya no quería que los hombres me acosen me sigan, y me corté el cabello, porque mi cabello era largo, hasta mi costilla, tenía el corte de Verónica Castro. Me corté, me acuerdo que lo hice en mi casa. Y no tenía ninguna ropa de varón que ponerme. Hasta que bajé al salón de Rosita, con una gorra porque no quería que nadie me vea y se sorprendió su pareja y me prestó una camisa y un pantalón, de varón.

“Para mí fue un golpe muy duro, muy fuerte, porque mis amigas, mis amigos que tenía, todos se alejaron. Y no tenía a nadie para entonces. No tenía ni amigos ni amigas. Me sentía el ser mas desamparado para entonces. Y para hacer una nueva vida fue como un shock. Mi madre se alegro mucho. Me compró pantalones, media docena de pantalones y camisas. Pero me sentía solo. Y algunas de mis amigas morían y quedaba en el olvido. Y yo me pregunté de mi vida qué va a hacer.

“Para entonces conocí a una señora que se llamaba Dolly y hacía ese concurso de talentos, con su esposo el Tigre tenían su caravana. Me incluyeron en la caravana pero no llegué a cantar nunca, no me hacían probar el escenario, creo que no se daba la oportunidad.

“Ahí conocí a un amigo músico, Raúl y él también estaba ensayando, aprendiendo a tocar el órgano electrónico y a él le gustaba lo que le cantaba. Me decía que yo tenía una voz muy melodiosa.

“Hasta que un cierto día nos hacen una primera invitación para cantar en un reinado de travestis. Y yo no tenía vestimenta típica pero sí tenía un amigo Jesús, que ya está en el cielo, y me sacó una maleta de ropa. Fustanes, vestidos, sombrero. Y esa noche del concurso hice mi primera presentación. Con Pollera, como transformista. Canté esa canción “Solo sonrío por no llorar / porque tu ausencia me hace sufrir…”

“Esa noche nos emborrachamos. Me dijo que yo estaba poseída je je. Porque yo movía masas. Casi surge algo, pero me dijo que sus padres eran evangélicos que no iban a entender.

“¿Estás poniendo que yo me presento ahí con Joya Huanca?”

Quién es Joya Huanca

“Era mi nombre artístico pues.

“Canté también con una orquesta muy reconocida, los Walys del Perú de Juliancito Waly. Por tres o dos oportunidades salí. Pero si ganaba mi público, me sentía feliz.

Y en qué momento apareció Enamorado Huanca

“Ya. Ahí viene el punto…

“Yo sentía que tenía público, que tenia expresión pero a la vez era consciente que mi voz no daba acorde con la vestimenta femenina. Porque mi voz era más para masculino. Sufría cambios de identidad porque para mí era chocante haberme cortado el cabello. Había veces que me vestía de mujer, había días que me vestía de varón. Hasta que pasado los años volví a presentarme, en Sapallanga, la fiesta de la Virgen de Cocharcas, con la misma orquesta, pero con el cabello recogido hacia atrás, pero de varón ya. Por primera vez de varón con cabello recogido, con mi cola atrás. La esposa de Julian Waly me pone ENAMORADO HUANCA… Eso fue el 8 de setiembre… Pienso que habrá sido el 99.”


AYACUCHO

“De ahí viajé a Ayacucho, una señora me llevó a trabajar a su salón y me dijo que allá había muchos locales, porque ella sabia del arte que yo estaba recién empezando. Conocí a Carmen del Centro, que me escuchó y me invitó a cantar en sus peñas. Yo quería aprender música ayacuchana pero me dijo que no, que yo era huanca y que debía aprender música huanca. Creo que ganaba más en el salón que cantando pero me gustaba más cantar.

“Tenía yo un amigo que se llamaba Shalo… muchas veces me había visto cantar con amigos en la plaza de Armas, en las esquinas, tomando moliente. Conversaron con Edwin el dueño de la sala de grabación y dijeron que tenía una linda voz y que no me debería desprestigiar, estar cantando ahí, sino debería hacerlo ya profesionalmente, con grabación y todo. Y hasta que me lo presentó Shalo, al señor Edwin, en la sala Fragil (su sala se llamaba Frágil)… Me dijo que me iba a cobrar un precio cómodo… pero no contaba con el dinero. Le dije que de todas maneras iba a grabar con él. Hasta que pasaron los días. Yo pienso que Diosito me mandó a mi primera madrina, vino a teñirse el cabello con su hijita. Manuela Ramos y su hija Paola…”

Manuela Ramos como la institución

“Sí, pero así se llamaba. Era de Huancayo y le conté mi proyecto y para entonces yo tenía mis composiciones, me dijo que si yo me animaba que iba a apoyarme. Con dinero.

“Y me manda el dinero de Huancayo a Ayacucho. Para hacer realidad mi primera grabación. EN CASET ojo. La producción llega a titularse “Siempre te Esperaré”. Es la primera composición mía. Es un Huaylarsh antiguo. En la actualidad cantan muchos artistas esa canción, Por ejemplo Liz Campos ‘Flor Jaujinita’...

Y te pagan derechos?

“No, nunca he cobrado. Pero me pagan con presentaciones. Yo les invito, le digo ‘tengo tal evento’. Y van.


“La primera grabación se hizo con un conjunto netamente ayacuchano, por supuesto a mi estilo, donde tocaban violín, órgano, guitarra, batería electrónica, bajo electrónico… Después de dos meses me entregan la grabación, en caset, justo en navidad. Yo tenía unas amigas lesbianas que eran pareja. Llegamos a festejarlo de la Navidad al año Nuevo, todos los días, no queríamos poner otra música que no era el Enamorado Huanca. No lo podía creer, era un sueño hecho realidad, tenía que agradecer a Edwin, a Shalo, a mi madrina que me mandó el dinero…

“Para entonces me había peleado con mi pareja…”

¿Estabas con pareja?

“Si. Un Ayacuchano que tenía su esposa, que quería llevarme a sus viajes. Quería que fuera compadre, ser padrino de su hijo…

“Debía quedarme en Ayacucho para promocionar, pero retorno a mi tierra de origen por esa decepción amorosa. Con mi grabación en mano. Y la matriz la guardé en el ropero y uno lo llevé a la radio Escala de Oro que lo ponía de vez en cuando.

“Pasaron dos años y como que ya me estaba olvidando del arte y mis amigas travestis de Ayacucho llegan a Huancayo a solicitarme mis discos. Porque los que me habían comprado se los llevaba la gente y no había en disco venta porque yo mismo los vendía. Y yo solo contaba con mi matriz y ahí es donde busco a alguien que me copie los discos, donde llego a manos del señor Glicerio Waly García, el que tiene su sala y su orquesta ‘Los Cariñosos del Centro’. Y le consulto para que me haga una copia de mis casets. Me dijo que si y me pidió cuantos y le dije 10 a 15 y me dijo que solo hacía de 100 para arriba y le dije que me hiciera 100 copias. Luego lo llevé al salón. 10 copias se llevó mi amiga a Ayaucho y las 90 las puse en mi vitrina de mi salón. Y como los clientes son curiosos me preguntaban ‘quien es ese artista’, que me parecía a Iván Cruz, que me parecía a... ¿A quién más me dijo? A Camilo Sesto. Y Les decía que era mi canción y que cantaba huaynos y me decían ‘a ver, pon’ y les gustaba y se llevaban. Hasta que terminé los 90 e hice copiar 100 más y así me fueron conociendo un poco más.  Y a raíz de esas composiciones, donde el señor Glicerio Waly ve mi talento y el desempeño por el arte, me contacta con algunos de sus artistas de su sello para que canten mis canciones para formar parte de Industrias Musicales Waly de aquel entonces…”



“… Ya es muy tarde… Luego te cuento la segunda parte mejor. Y después la tercera y la cuarta (ríe)”


Con Flor Pucarina (14/2/12)
….

“Pon mi celular pa que me llamen”

OK. ¿Cómo era?

“964… No, mejor mi Facebook nomás. No me vayan a llamar para amenazarme je je je.”

Te pueden amenazar también por Facebook

“Sí pero ahí duele menos.”

OK.



... 

Continuará…

...

La segunda parte se llamará "Flor Wankita".

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una historia conmovedora pero con un final alegre, felicidades sinchi, un abrazo de los compañeros del ramiro,