Blog del Ocio: WTF BASH!

El domingo 14 de agosto al despertar leo en mi Face (sí, soy de los que lo primero que hacen en la mañana es entrar al Facebook) un post de Erick avisándonos que ya estaba en los kioscos la revista BASH, para la que el grupo Futboleros habíamos colaborado. Salí a buscarla inmediatamente.

Abrí la revista con entusiasmo y empecé a leer el artículo que había escrito Manolo Bonilla. Pero nada más al empezar ya fruncía el ceño cuando vi que había tomado el primer párrafo de mi post sobre los osos y lo había copiado CASI literalmente

Manolo Bonilla había escrito:

“Podrían decir que el hombre es como el oso, cuanto más feo, más hermoso…

“Es, a fin de cuentas, la cultura de la masculinidad tradicional. Aquello que representa la testosterona a borbotones: pelambre en el pecho, barba, barriga chelera, brazos y piernas macizas, pelo al ras, jeans, camisa de leñador y zapatos Caterpillar.”

Lo que dice mi post:

“Es, finalmente, la cultura de la masculinidad tradicional (“el hombre es como el oso…”) o al menos de aquello que la representa: los vellos en el pecho, la barba, la panza chelera, los brazos y piernas fuertes, el pelo corto, los jeans, la camisa leñador y los zapatos Caterpillar.”

En ese momento solo pensé (más con pena que con bronca) en ese lamentable viejo truco de algunos limitados para la creación que usan frases de otros modificándolas apenas para no tener que citarlas y hacer sospechar a los demás que la frase es suya.

Si le gustaban mis frases lo mejor hubiera sido citarlas, así que eso de modificarlas un poquito ya me dio mala espina.

Seguí leyendo y unos párrafos más allá me encontré con otra frase mía.

Manolo Bonilla:

“Los osos rugieron por primera vez, a nivel mundial, en 1966. Sobre dos ruedas, los motociclistas con Harley y chaquetas de cuero de una organización en Los Ángeles firmaron un acta donde se encuentra el génesis de la primera asociación proto-oso.”

Mi post:

“La referencia más antigua a un grupo de osos se ha encontrado en las actas de The Satyrs Motorcycle Club una organización de motociclistas gay de Los Ángeles, en donde se encontraron propuestas para formar grupos de osos en 1966.”

¿WTF?

Y más abajo en el mismo párrafo:

Manolo Bonilla:

“Solo los gays delgados son considerados atractivos en estos días”, declaró para una entrevista en 1970 Reed Wilgoren, fundador de Girth & Mirth (Grueso & Alegre), una institución para big men (hombres grandes).

Mi post:

“… ‘Only slim gay men were considered attractive in those days’

“Entrevista a Reed Wilgoren fundador de Girth & Mirth en los 70, la ahora organización internacional para hombres grandes (big man) y sus admiradores…”

Y, ahí nomás, otra.

Manolo Bonilla:

“En 1979, aparece la primera descripción en la revista Advocate. Los emparentan con el físico de jugadores de fútbol americano y trabajadores de ferrocarril. En 1987 se realiza el primer Bear Hug, una fiesta privada en San Francisco, donde también nació la primera revista especializada Bear. En 1989 se forma el primer grupo oso en Iowa. Tres años después aparecen tres asociaciones más en Estados Unidos y en 1996, se registraron 137 grupos de osos.”

Mi post, basado en la tesis de Gutierrez que cito ahí, hace un resumen, de varias páginas, de este trabajo:

“La primera descripción de los Osos aparece en la edición del 26 de junio de 1979 de la revista ADVOCATE:
“‘Bears are usually hunky, chunky types reminiscent of railroad engineers and former football greats. They have larger chests and bellies than average, and notably muscular legs. Some Italian-American Bears, however, are leaner and smaller; it’s attitude that makes a Bear.’ Who’s Who in the Zoo: A Glossary of Gay Animals por George Mazzei.

“En 1987 se realiza el primer Bear Hug, como una fiesta privada en San Francisco y que luego se convertiría en el International Bear Rendezvous. El mismo año y en la misma ciudad aparece la revista Bear, la primera dedicada a los osos.

“En 1989 se forma el primer grupo de osos (en Iowa). En 1992 se hablaba de la existencia de 4 grupos de osos en Estados Unidos. En 1994 habría 40. En 1996 el Diccionario Internacional de Organizaciones de Osos registraba 137 grupos de osos.”

¡Ya pues! A estas alturas ya era urgente haber puesto la fuente. De lo contrario el que iba leyendo empezaría a pensar que Manolo Bonilla había hecho una excelente tarea de investigación y había llegado a esas dos fuentes (la del mexicano y la entrevista a Wilgoren) que estaba mencionando (aunque sin citar). Si ese lector hubiera revisado con anterioridad mi post, pensando lo mejor, hubiera asumido que MUY CURIOSAMENTE la investigación de Manolo Bonilla y la mía habían llegado, casualidad de casualidades, a las mismas dos fuentes.

Mi lectura del artículo se aceleró, quería llegar al final para ver la mención a mi blog, y ya volaba sobre los párrafos cuando otra frase me frenó nuevamente.

Manolo Bonilla:

“Los osos son la otra cara de la moneda gay donde el lado queer parece ser la que norma.”

Mi post:

“Los osos son la otra cara de la moneda gay donde el lado queer para muchos es la norma.”

Ya no ya. Prácticamente salté al final del artículo buscando la referencia a mi blog, al menos en una nota bibliográfica. Pero nada. No lo podía creer. Volví a saltar sobre los párrafos buscándola, miraba los pié de página por si se me había pasado. Miré al final de la revista, al comienzo, las notas editoriales. Nada. WTF. WTF. WTF.

Le envié un mensaje a Manolo Bonilla por su Facebook y me contestó que había sido un error de imprenta y que se subsanaría en la edición web. Le dije entonces que enviaría un correo a los editores pidiéndoles que subsanen esto. Envié el correo el mismo 14 con copia a él y me contestó con otra explicación: que no lo había puesto por guardar mi identidad (¡¡WTF!!). Le contesté, con copia a su editor y a Marco Sifuentes (“para que me asesore”), que primero me decía que fue un error de imprenta y luego que por cuidar mi identidad. Cosa sin pies ni cabeza además pues poner la referencia a mi blog, donde solo firmo como “Julio” no es revelar mi identidad. Recibí un correo más amable diciéndome que en el siguiente número enmendarían el problema con una fe de errata.

El día miércoles 17 en la mañana Donald avisa por la página de los futboleros que ya había aparecido la versión web. Volví a leer el artículo, no había habido modificaciones en el texto y tampoco figuraba la fuente al final. Qué mierda. Escribí a Marco, me dijo que le escriba a Paola Ugaz, le escribí, le escribí también a Roberto Bustamante (le digo en parte de la conversa: “recuerdo que en los créditos finales de Asesinos por Naturaleza de Oliver Stone pone al final: basado en una IDEA de Quentin Tarantino, eso es ética”), puse un twit denuncia con los dos artículos. … Pobre mi hígado. Ya antes había escrito a los abogados activistas Susel Paredes y Alfonso Ynga porque por un momento pensé que era también un tema gay (¿imaginaba Manolo Bonilla que no iba a reclamar por el miedo a hacer pública mi identidad?).

Ayer jueves 18 en la noche vuelvo a entrar a BASH y encuentro, ahora sí, la referencia a mi blog.

Pero aún no acaba esta pesada historia… Ahora estaré pendiente de la siguiente edición impresa de esta revista que solo compraré una vez más en mi vida.

…

Dice Vivas en su artículo “Jura que no plagiarás”:

“La autoría es de lo poco que nos queda para recordar que somos humanos en una profesión de altísima virtualización: nos la pasamos maquetados, escaneados, pixelados, ‘byteados’, editados, ‘googleados’, ‘bloggeados’ e impresos, y se nos desvanece algo de humanidad en tanto ajetreo.

“Por eso es importante que al final de cada uno de estos cibernéticos partos de los montes, que en mi caso son cinco a la semana, quede claro que hay un ser humano responsable de la criatura textual. No es vanidad, no es figuretismo, es el inalienable derecho a la identidad en un mundo cuyos avances brindan nuevos placeres y comodidades pero también nuevas inseguridades.”

…

Aquí se puede ver la edición impresa de BASH:http://www.bashmag.com/pdf/21.pdf