sábado, 4 de diciembre de 2010

Reinaldo Arenas (Aguas Claras 1943 - Nueva York 1990)

El 7 de diciembre de 1990 se suicidó en Nueva York Reinaldo Arenas, escritor universal nacido en Cuba.

Yo lo descubrí poco después de su muerte, debe haber sido en 1992 o 93 cuando, no recuerdo cómo, llegó a mis manos su libro "Antes que Anochezca". Era lo más hermosamente sincero que había leído jamás. Antes había leído novelas sobre personajes homosexuales, pero nunca una autobiografía tan honesta y tan bien escrita. El 2000 hicieron la película, con Bardem.

Las noticias de estos días recordando los 10 años de su muerte han hecho que me lo encuentre otra vez. Acá un video hecho por la televisión francesa que contiene fotos y entrevista, más abajo algunos de sus párrafos y poemas.




“Tres fueron las cosas maravillosas que yo disfruté en la década del ’60: mi máquina de escribir, ante la cual me sentaba como un perfecto ejecutante se sienta ante un piano; los adolescentes irrepetibles de aquella época en que todo el mundo quería liberarse, seguir una línea diferente a la línea oficial del régimen y fornicar; y por último, el pleno descubrimiento del mar”


De modo que Cervantes era manco

"De modo que Cervantes era manco;
sordo, Beethoven; Villon, ladrón;
Góngora de tan loco andaba en zanco.
¿Y Proust? Desde luego, maricón.

"Negrero, sí, fue Don Nicolás Tanco,
y Virginia se suprimió de un zambullón,
Lautrémont murió aterido en algún banco.
Ay de mí, también Shakespeare era maricón.

"También Leonardo y Federico García,
Whitman, Miguel Ángel y Petronio,
Gide, Genet y Visconti, las fatales.

"Ésta es, señores, la breve biografía
(¡vaya, olvidé mencionar a San Antonio!)
de quienes son del arte sólidos puntales."

(La Habana, 1971)

 “Qué vida he tenido. Incluso antes de la revolución, la agonía de ser un intelectual marica en Cuba ya era bastante malo. Qué mundo más triste e hipócrita era éste. Por fin dejo ese infierno y vengo aquí lleno de esperanzas. Y esto resulta ser otro infierno, la adoración por el dinero es tan mala como la peor de Cuba. Todos estos años he sentido que Manhattan era sólo otra isla-cárcel. Una cárcel más grande, con más distracciones, pero una cárcel a pesar de todo, con lo que se comprueba que existen más de dos infiernos. Dejé atrás un tipo de infierno y caí en otro. Nunca pensé que viviría para vernos sumergidos otra vez en la Edad Media. Esta plaga –el sida– no es sino un síntoma de la enfermedad de nuestro tiempo”.


Autoepitafio

"Mal poeta enamorado de la luna,
no tuvo más fortuna que el espanto;
y fue suficiente pues como no era un santo
sabía que la vida es riesgo o abstinencia,
que toda gran ambición es gran demencia
y que el más sordido horror tiene su encanto.

"Vivió para vivir que es ver la muerte
como algo cotidiano a la que apostamos
un cuerpo espléndido o toda nuestra suerte.
Supo que lo mejor es aquello que dejamos
-precisamente porque nos marchamos-.

"Todo lo cotidiano resulta aborrecible,
sólo hay un lugar para vivir, el imposible.
Conoció la prisión, el ostracismo,
el exilio, las múltiples ofensas
típicas de la vileza humana;
pero siempre lo escoltó cierto estoicismo
que le ayudó a caminar por cuerdas tensas
o a disfrutar del esplendor de la mañana.

"Y cuando ya se bamboleaba surgía una ventana
por la cual se lanzaba al infinito.
No quiso ceremonia, discurso, duelo o grito,
ni un túmulo de arena donde reposase el esqueleto
(ni después de muerto quiso vivir quieto).
Ordenó que sus cenizas fueran lanzadas al mar
donde habrán de fluir constantemente.
No ha perdido la costumbre de soñar:
espera que en sus aguas se zambulla algún adolescente."

(Nueva York 1990)


“Queridos amigos: debido al estado precario de mi salud y a la terrible depresión sentimental que siento al no poder seguir escribiendo y luchando por la libertad de Cuba, pongo fin a mi vida... Ninguna de las personas que me rodean está comprometida con esta decisión. Sólo hay un responsable: Fidel Castro. Los sufrimientos del exilio, las penas del destierro, la soledad y las enfermedades que haya podido contraer en el destierro, seguramente no las hubiera sufrido de haber vivido libre en mi país. Al pueblo cubano, tanto en el exilio como en la isla, los exhorto a que sigan luchando por la libertad. Mi mensaje no es un mensaje de derrota sino de lucha y esperanza. Cuba será libre. Yo ya lo soy”

1 comentario:

pepe dijo...

Gracias julito tu siemmpre nutriendo este pequeño lugarcito para el interes de muchos .. me haz hecho recordar que debo de buscar a Arenas .